RUTA ETNOGRAFICA DE LA VACA TUDANCA

NIVEL DIFICULTAD: MEDIO
DURACIÓN APROXIMADA: 2 horas
DISTANCIA:
DESNIVEL: 230 MÁXIMO

La vaca Tudanca se trata de una raza autóctona de la zona occidental de Cantabria que en la actualidad se cría por toda la comunidad autónoma y que en su momento de máxima expansión llegó a extenderse por el sur hasta áreas limítrofes de la montaña palentina, burgalesa y leonesa: La Castilleria, La Pernía, La Lora, La Braña o Fuentes Carrionas. En 1996 el censo de la cabaña en Cantabria ascendía a 8958 cabezas habiéndose recuperado en los últimos años hasta las 12.991 cabezas de 2008.
En la actualidad continúa catalogada como raza autóctona de protección especialSu peso ronda los 320 kg en las hembras y los 420 en los machos. La alzada llega a los 135 cm en las hembras y 150 en los machos. La capa más común en los machos reproductores es casi negra, con un "listón" claro que recorre el dorso. Las hembras pueden presentar diferentes capas, aunque todas recuerdan a los colores miméticos propios de las especies salvajes: Tasuga. Pelo oscuro en la base y claro en la punta; Avellana. Pelo de color avellanado; Josca. Como la tasuga, pero con tonalidad más contrastada y la Corza.

Pelaje pardo anaranjado con punta más clara. Todas las capas comparten la "sanguijuela", o arco superciliar claro, y es característico de esta raza el "escudo labial" despigmentado en forma de triángulo. Las astas presentan diferentes formas, aunque la típica es larga, abierta, ligeramente torcida y de base blanca con pitón negro. Su aspecto es magro, ágil y anguloso, con preponderancia del tren anterior.
Tiene andar decidido y elástico, y es de carácter temperamental y vivo Peso adulto: 450 Kg Altura: 160 cm Periodo de gestación: 9 meses Longevidad: 20 años Hábitat: montanas Alimentación: herbívoro Hábitos: diurno Reproducción: viviparo

La cubierta vegetal del municipio está compuesta fundamentalmente por prados destinados a pastos y bosques autóctonos de frondosas que se distribuyen por el municipio en función de la altitud y, sobre todo, de la fragosidad del terreno. En los espacios de mayor altitud existen también amplias superficies de landas y pastizales: las brañas, con gramíneas de bajo valor forrajero aprovechadas a diente por el ganado de carne.Sin embargo, la formación vegetal más importante son los bosques autóctonos de frondosas, fundamentalmente de robles y hayas.
Los primeros crecen en las vertientes de solana, más secas y cálidas, mientras que los hayedos prefieren las umbrías. Al sur del municipio, en las estribaciones de la sierra del Cordel, se desarrollan también abedulares, que suponen el límite altitudinal superior del bosque.Como transición entre las praderías y los bosques de frondosas hay formaciones vegetales arbustivas, compuestas por acebedas, avellanedas o abedulares achaparrados, y matorrales como piornales, escobales, brezales y escajales.

La elevada naturaleza del municipio de Tudanca hace que esta zona sea el hábitat perfecto para muchas de las especies de la fauna autóctona. Indicativo de ello es el hecho de que este territorio se incluya dentro de la Reserva Nacional de Caza de Saja, poblada por especies cinegéticas como el jabalí, el corzo y el ciervo, además de otros mamíferos como el zorro y, junto al río Nansa, la nutria.Prácticamente la mitad del espacio municipal forma parte de zonas de especial protección de aves.. Aquí abundan las rapaces, como el águila real y el buitre leonado, que cohabitan con otras especies de menor tamaño, entre las que destaca el pito negro, el mayor de los pájaros carpinteros.
Es también reseñable el valor piscícola del Nansa, pese a su retroceso en los últimos años debido a las actuaciones llevadas a cabo en el cauce del curso fluvial para su aprovechamiento hidroeléctrico. Sobresalen el salmón y la trucha, de la que existe un coto de pesca en el tramo del río que va desde Santotís hasta más allá del límite municipal, denominado el coto de Rozadío.